Mateo 25, 14-30
¿Quiénes son los buenos empleados? La respuesta nos la da el evangelio en la conocida parábola de los talentos. Tres empleados reciben una cantidad muy grande de dinero. Los tres gozan de la confianza del señor. Los tres se sienten agraciados. Pero sólo dos se ponen a negociar con los talentos que les habían encomendado. El tercero, por miedo, no realiza ninguna acción. Conocemos el final del relato. El señor premia a aquellos que han puesto sus talentos a producir.
Benedicto XVI comenta este texto de modo magistral. “estos dones, no sólo representan las cualidades naturales, sino también las riquezas que el Señor Jesús nos ha dejado como herencia para que las hagamos fructificar”. Su Palabra; el Bautismo; la oración; su perdón; La Eucaristía… son dones que solo se multiplican si se comparten. La vida y la fe son talentos que hemos recibido para gastarlos, invertirlos y compartirlos con todos. El miedo, simplemente, paraliza la fe y las obras.
Este domingo celebramos el día de la Iglesia Diocesana. Obispos y laicos, sacerdotes y consagrados, militantes cristianos y niños que se inician a la fe, catecúmenos y catequistas, misioneros, miembros de cáritas y agentes de liturgia, y tantos más… entre todos formamos la gran y plural familia de la Diócesis. Gracias a todos la Iglesia se hace presente en nuestra tierra aragonesa y multiplica los talentos de la fe y del evangelio.
En estas fechas cargadas de mensajes electorales elevamos nuestra plegaria a Dios para que todos los políticos pongan sus mejores talentos a producir no por propio interés ni de sus partidos, sino al servicio de todas las personas, especialmente de quienes más sufren.
Feliz semana.